Esta isla me ha dado la mayor parte de las canciones de Juan Perro. Aquí la gente te deja en paz, hay una calma discreta. El mallorquín tiene una agudeza contenida que sólo muestra cuando le conviene.Magnífica definición del rincón de la creación vecino a donde escribo, en la falda de la sierra de Tramontana, pueblos linderos.
Yo vivo aquí todo el año. Es tradicional que sean los de fuera los que vengan a aprovechar las condiciones del lugar; no lo es tanto que sean amables, si no con la hospitalidad, sí con el trato recibido. Y, como dice Auserón,
echar germen en una tierra, aunque sea inventada.
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