Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


domingo, 3 de junio de 2018

Hacer poesía de la pérdida como de la felicidad


Infinity / Chiharu Shiota
[Espace Culturel Louis Vuitton, Paris, 2015]photo by Sunhi Mang

 Hombres imprudentemente poéticos / Valter Hugo Mãe; Martín López-Vega (tr.)
Homes imprudentment poètics / Valter Hugo Mãe; Víctor Martínez Gil (tr.)
Barcelona: :Rata_, 2018


Adentrarnos en los hilos de la muerte para llevarnos a los de la vida es lo que hace Valter Hugo Mãe en Hombres imprudentemente poéticos. Al final de una lectura que no sabía dónde acabaría conduciéndome: de la emoción y dulzura del principio, con la expresión del simbolismo de cada uno de sus personajes, a la violencia de la segunda parte que me mantuvo encogida las entrañas; de la percepción fugaz del amor que ha logrado Matsu a un final que se precipita hacia el entramado de la compleja nobleza del buen morir según los ojos de la cultura japonesa. A Chiharu Shiota es donde me condujo el final de esta lectura. Recordar sus -para mí- hermosos entretejidos me hizo poner imagen al libro, y conclusión a su lectura.
Del Infinito en negro con que ilustro el principio de este texto, esas redes increíbles que desde la formación europea que tiene la japonesa Shiota tan bien enlaza su visión del mundo con la manera a que estamos acostumbrados los “occidentales” -mal que nos pese-. Lo mismo ha hecho Mãe. De la infinitud de visiones que provoca esa primera actuación del protagonista Itaro con que inicia la novela que pueda parecer poética pero es devastadora, a la comprensión de la vida como felicidad: “la ciega respondió que ver la felicidad era una justicia de la vida” (p.217), a pesar de que “sabía bien [ella encarna en esta novela la sabiduría de quien ve mejor que nadie] que la felicidad se componía de la suma de muchas tristezas, también” (p.222). 
Sé que estoy obsesionada con las tupidas redes que teje Chiharu Shiota. Como puede que me sienta obsesionada con la visión sin estereotipos de la vida según la sensibilidad japonesa exhibida por los ojos occidentales de Mãe. Es lo que ha hecho Valter Hugo Mãe, trasladar al papel su visión de la complejidad del laberinto de hilos por los que caminamos todos en la vida, hacia la muerte, adentrándonos en la naturaleza como perennidad y sintiendo la sabiduría que nos conduce a la felicidad.
Chiharu Shiota se hizo conocida con sus redes de hilos en negro que envolvían la memoria -o quizá el olvido- de objetos cotidianos, puertas de casas, pianos, maletas… que luego reconvirtió en redes rojas de flujo sanguíneo de vida.
Rain of Memories / Chiharu Shiota
[Ferenczy Múzeum, Szentendre, Hungria, 2016] photo by Deim Balázs 
Ahora, volviendo al negro -y a veces blanco- que El elogio de la sombra de Okakuro Kakuzo nos recuerda como preferencia de lo zen, entrelaza en cambio, volviendo a la vida, esas cartas de gratitud, de savia en suma, que muestran lo bueno, lo vital, de la memoria.
Letters of Thanks / Chiharu Shiota
[SESC, Sao Paulo, 2015] photo by Gal Oppido
«Cuando Itaro cazó el abejorro y lo golpeó hasta que su cuerpo mínimo fue tan solo una mancha en la madera del suelo, quería matar algo más que un abejorro. Itaro quería matar una idea». Este es el principio de su novela que me produjo un impacto como pocos. Esa idea que podía ser luminosa, a pesar de llevar en sí la muerte. Porque, ¿quién de nosotros no ha chafado, así, con el dedo, un mosquito volador y se ha sentido orgulloso de su logro? Y sin embargo es muerte, que no captamos como tremenda hasta que el mismo Itaro, nuestro protagonista, se ensaña pisoteando flores, pisoteando hasta el crujir de la muerte un gato…

De la dulzura de la conservación de la vida de la hermana ciega -que creen no sólo ciega sino inservible- a la violencia profunda que se le desata -se nos desata- tras su pérdida. La pérdida de la sabiduría que aporta Matsu con su ceguera, esa forma sabia de mirar el mundo viendo lo importante, captando la felicidad. De lo que no se es consciente hasta que se pierde. El sentimiento oriental de la vida, la sabiduría, la felicidad, es lo que nos narra Mãe con la historia humilde de unos pocos personajes en la ladera de un monte cercano a Kioto. La inmensidad de la vida, en suma, con todos sus matices y su seducción.