Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


viernes, 21 de agosto de 2015

«Abductio». Lecho de la Virgen, una instalación


Abductio / Jorge Mayet
foto Joan Guaita Blog

Vaya por delante mi declaración de aconfesionalidad, cuando no de ateísmo. Algo que debería manifestar en sus actos –en este punto de la historia- nuestra cúpula dirigente. Por eso mismo, y sin que pueda parecer contradictorio, quiero dejar claro aquí mi satisfacción por la celebración y buena organización de la Exposición de los lechos de la Virgen producida por el Consell Insular de Mallorca junto al Bisbat de Mallorca.

Como graduanda en historia del arte sí me interesan –y mucho- las iglesias y sus colecciones; y como amante de la historia y de nuestro carácter, tan marcado por la religión cristiana. El que no participe en la celebración de la Asunción de la Virgen no quiere decir que no lo haga en el reconocimiento del hecho escultórico que con tanta fuerza se desplegó en la isla. Si los pasos procesionales barrocos me resultan atractivos por el momento histórico que representan (no pienso en el momento de la procesión sino en su exhibición) también me parece muy sugerente el recorrido por las iglesias de la isla para ver en su lugar, es decir, allá para donde fueron pensadas, las distintas versiones de los Lechos de María. Y que el Consell y el Obispado con la importante colaboración de entidades como la Catedral de Mallorca, ARCA o la Fundació Amics del Patrimoni le den visibilidad –como se dice ahora- me parece una magnífica propuesta.

Como dice el coordinador Gabriel Carrió, «los lechos marianos que se montan en toda Mallorca son la concreción formal de un mensaje profundo y antiguo que siempre ha ido ligado al arte»; son además parte de nuestro patrimonio histórico y cultural.  No en balde, como nos recuerda, esta tradición ahora tan cristiana encuentra un punto de partida en celebraciones mucho más antiguas para pedir protección contra las tormentas de verano, en el caso de la diosa grecorromana Diana Artemisa. Podríamos llegar a la Diosa Blanca y todas sus manifestaciones como nos mostró Robert Graves.

Hace trece años que esta iniciativa está en marcha, recogida en un folleto donde se especifican los horarios de visita a cada uno de los lugares –imprescindible conocer los horarios de apertura de cada lugar y momento- con la información de las otras actividades desarrolladas: mesa redonda sobre confluencias y problemáticas entorno a esta tradición, recorridos preparados y celebración de la Fiesta del Esplendor del Mediterráneo. Además de la exposición de una instalación contemporánea expresadamente requerida a un artista.

Este año, el cubano afincado en Palma Jorge Mayet nos ha ofrecido una sutil composición en que la imagen de la Virgen Dormida es la de la iglesia conventual de Campos, una escultura de las más sencillas, sin coronas ni grandes dorados, y creo también que de las más pequeñas, que se exhibe abducida, en el momento de la asunción, provocando un fuerte contraste con la presentación tradicional: grandes lechos que acogen la imagen, a manera de cajas robustas y pesantes, doseles como ampulosos catafalcos y ángeles, muchas figuras de ángeles a su alrededor. Jorge Mayet utiliza una figura del mismo repertorio pero nos la presenta sin peso, descansando en algo que se parece más a una nube de color azul cielo, desprendida de la tierra, donde ha quedado un resto, mientras parece  ascender hacia la nube blanca reluciente que la va a acoger. Abducida, en el concepto de separación del cuerpo tanto como en el de ascenso hacia el cielo. Si tan características en la obra de Mayet son las raíces que nos atan a la tierra, aquí destacan precisamente por su ausencia.

Abductio / Jorge Mayet

Instalación en la iglesia dels Sagrats Cors, calle Sant Gaietà, Palma.
Del 10 al 18 de agosto de 2015

jueves, 13 de agosto de 2015

Paseo de arte por Alaró

Tras la noche de Alart Art de nit a Alaró queda toda una semana de fiestas en que visitar, cualquier día a la caída de la tarde, unas cuantas propuestas. Me gusta mucho más adentrarme en salas dedicadas a un artista, donde puedes captar cierta esencia de un trabajo que en colectivas como las que se organizan en el hall y los soportales del Ajuntament. Allí siempre puedes descubrir puntos de vista artísticos que te emocionen, pero el eclecticismo no es lo más cautivador. En el patio sí se muestran juntas una selección de esculturas de Alfred Lichter que ya no tiene espacio propio para su fundación.



Fundidas en hierro de cañones da expresivo título al trabajo del escultor Antoni Miquel Morro instalado en el nuevo espacio Escultura Balear (calle Joan Alcover 1, esquina a la avenida que nos llevará a la plaza). Figuras humanas siempre femeninas que merecen la visita.



Subiendo hacia la plaza, es la galería Addaya Centre d’art contemporani el siguiente punto. ¿Cómo vive un viajero impenitente en una isla? es la propuesta de Fernando Villena. Island life: Work in progress. Trabajo, como una vida, en proceso, el que presenta, en el que esa vida en la isla se ha vuelto geométrica. Son obras de abstracción geométrica en que los distintos niveles de vida, o pictóricos, se muestran separados como por marcos o cortinas. De la organicidad toda sinuosa y llena de curvas de la vida captada en sus fotografías a la línea que rompe en espacios el lienzo. ¿Por qué, me pregunto yo, esa geometrización de la isla? Enrique Martínez Goikoetxea habla de un paso en su obra de la figuración a la abstracción, pero también de la importancia «de los viajes y la experiencia de llamativos escenarios naturales, en la búsqueda de la luz o la experimentación con un espacio». La experimentación del espacio de la isla parece haberle llevado a esta geometrización del espacio. Eso sí, con un uso del color muy atractivo, ¿paisajístico?



Curiosa la propuesta de Can Bou, el más fascinante de los comercios del pueblo. Han dedicado un escaparate a Joan Ávila, ese sugestivo pintor de escenas con personajes colocando unos pequeños cartones con figuras pintadas entre el conjunto de piezas de un juego de café. Sólo es un acercamiento mini a la obra de Joan Ávila, pero tiene gracia.



Enfilando hacia la plaza, en la calle Petit tenemos hace algo más de un año un nuevo espacio sobrio y gris pero moderno y atractivo que viene a demostrar que el arte funciona: Alaró XF (Galeria Xavier Fiol) exhibe unos cuadros todos de idéntico tamaño –lo que no deja de tener su gracia- de Santiago Picatoste. Magnet lo ha titulado.

El color atrae desde la calle. Penetras en la sala y te envuelve, todo diseminado en pequeños retazos. Son obras de tamaño mediano en los que se exhibe una extensa muestra cromática de gran viveza. A manera de acuarios, los cuadros lucen con un brillo especial: la que les confiere el metacrilato sobre el que están realizados. ¿Pintura encajada entre dos soportes? El color, el resultado, se vislumbra a través del brillo del soporte, con una gran vivacidad. Cuadros abstractos, como diría Carlos Jover «en la senda del más riguroso expresionismo abstracto» que van sin embargo mucho más allá en el despliegue del color en lo que es un recuerdo del pop art. Pinceladas, dibujos de estructuras nerviadas como de hojas, recuerdan las impresiones a manera de grabado de elementos de la naturaleza.



O nada o todo de Santiago Ydáñez nos recibe en la sala de exposiciones del Casal Son Tugores con sus monumentales pinturas, más amables de lo que podríamos esperar. Rostros, sí, pero sin distorsión; esta vez no son humanos. Es una espectacular exhibición de animales a tamaño desmesurado, todos con una expresión fundamentalmente amable, entrañable. En la salita del aljibe nos aguardan las obras más exquisitas: las más pequeñas, sí, pero unificadas todas por el color blanco. Un perro, un gato, un caballo. Magistral uso del blanco sobre blanco para conseguir expresión. Expresión de ternura. Resulta una exposición muy reconfortante.

En el hall es una muestra de videos la que parece querer relacionarse con esta demostración de pintura a lo grande: Las bestias que habitan en mí da título a una propuesta de cinco videos comisariada por Adonay Bermúdez que provienen del Tea Tenerife Espacio de las Artes. Responden muy bien al título común: de la asfixia y su expresión a esa bestia que puede manifestarse bailando o simplemente mirándonos a la cara. Depende de nosotros la atención que le demos.

Y por último otra colectiva –muy colectiva- de obras de jóvenes creadores que se despliegan en vídeos, dibujos, esculturas o intervenciones que nos enfrentan a muchas de las vivencias de la vida real: se ha acabado el arte como manifestación de belleza. El arte ahora es denuncia -como por otra parte ya lo había sido en sus inicios-, expresión de la angustia, el temor, el miedo, de emoción en suma. Nos espera en el primer piso del Casal.


Alart Art de nit a Alaró, 7 agosto 2015

lunes, 10 de agosto de 2015

Alaró en danza

Alart: Art de nit a Alaró, viernes 7 de agosto 2015

Con elegancia empezó para mí la cita con el Art de nit a Alaró, un clásico ya de las noches de verano que ha creado escuela por la isla.

Con elegancia, digo, empezó para mí una cita con bastante arte, sí, pero en la que las exposiciones tenían colapso de personal que va a encontrarse –éxito, muchas fueron las caras conocidas-, y cierta dificultad para ver las obras. Lo esperado.

Así que, temprana cita, acudí al primer pase de una de las propuestas de danza: es una noche en la que se inauguran expos pero se ofrecen otros eventos; a las exposiciones les podría hacer un repaso en jornadas venideras, mirando además de viendo.

El Petit Hotel Alaró acogía en la exquisitez de su estancia –qué placer una casa de pueblo tan bien arreglada- la coreografía Lost de Carlos Miró bailada a dúo con Marta Beccatini. Una pequeña muestra de buena danza contemporánea reflexionando sobre la pérdida. Un placer, aún con todo y la opresión que transmitía. Bien por la transmisión de emociones. ¡Qué excelente toma de contacto con la noche, el arte, la sutileza!


Lost. Carlos Miró y Marta Beccatini. Petit Hotel Alaró

De ahí a la calle, cada vez más concurrida y gastronómicamente exitosa. El agosto de las aceras convertidas en bares; mesas ocupadas todas a través de las que moverse. Éxito logrado. Y el Circ Bover con su espectáculo de calle en diversos enclaves. Amenidad completa.

La siguiente cita de baile también nos recibía en un patio interior, esta vez el del Ajuntament. Aquí ya colapso de público. Y ruidos. Y voces. Y codazos. A partir del sonido del arpa japonesa (koto) de Yoko Nomura, Laura Alvarez y Alberto Trabado –Alberto Trabado Performance- aleteaban con posturas de danza como en una improvisación preparada; o al revés, no sé.

Imprescindibles de la noche, entre y entre: las video-proyecciones que todos los bares ofrecían, algunas con pantalla de tele situada entre las mesas, a veces directamente en negro, otras con espacio “dedicado” como el Swith de Liat Berdugo en Sa Fonda. Profusión de videos y poco interés para verlos, algo que destaca mucho en el programa pero pasa desapercibido en la realidad de la noche.

Y Zona compartida, un video realizado por Félix Fernández durante una residencia del artista en Alaró. Este sí, con una gran presencia en el Teatre que, casi vacío, ofrecía un lapso de frescor de lo más agradable en noche sofocante como esa. ¿Enclave muy alejado del meollo? Un trabajo para ver, que a partir de la recreación paisajística del entorno quiere reflexionar sobre el bien y el mal, con momentos muy interesantes.

Un recorrido por talleres y garajes me lleva al último reducto de la danza. La plaça Sebastià Jaume donde Niña de Fuego (Ingrid Medina y Curro Viera) nos ofrecieron el espectáculo Ni lobo ni cordero. Llamarlo danza contemporánea no creo sea lo que mejor lo defina. Espectáculo sí es, y opino que logrado, y contemporáneo también. Percusión, ritmo, movimiento, expresión mímica y gestual en una performance sugerente y con garra.

Ni lobo ni cordero. Niña de fuego
fotografía Elena Ballestero

Se acercaba la medianoche y con ella se iba llenando la plaza de gente. El Art de nit a Alaró es ya la noche que da el sus a las fiestas, anticipándose al pregón y al pasacalles. Así que tras la última actuación de danza, Amalgama de Catalina Carrasco, la bulla estaba garantizada en la plaça de la vila con el Art&Krack del Batucrak d’Alaró. Componentes convertidos en piezas de arte fueron convenientemente “pintados” mientras realizaban su contribución artística a la noche: el gran mural de tela blanca que se ha instalado como faldón del escenario montado en la plaza.

Art&Krack. Batucrak Alaró
fotografía Marga Adrover


Con el ritmo de la batucada vibra Alaró, y Mallorca en pleno. Con su ritmo se puso fin a una noche de arte, pero también inicio a la bulla de las fiestas.