![]() |
Abductio / Jorge Mayet foto Joan Guaita Blog |
Vaya por delante mi declaración de aconfesionalidad,
cuando no de ateísmo. Algo que debería manifestar en sus actos –en este punto
de la historia- nuestra cúpula dirigente. Por eso mismo, y sin que pueda
parecer contradictorio, quiero dejar claro aquí mi satisfacción por la
celebración y buena organización de la Exposición
de los lechos de la Virgen producida por el Consell Insular de Mallorca
junto al Bisbat de Mallorca.
Como graduanda en historia del arte sí me interesan
–y mucho- las iglesias y sus colecciones; y como amante de la historia y de
nuestro carácter, tan marcado por la religión cristiana. El que no participe en
la celebración de la Asunción de la Virgen no quiere decir que no lo haga en el
reconocimiento del hecho escultórico que con tanta fuerza se desplegó en la
isla. Si los pasos procesionales barrocos me resultan atractivos por el momento
histórico que representan (no pienso en el momento de la procesión sino en su
exhibición) también me parece muy sugerente el recorrido por las iglesias de la
isla para ver en su lugar, es decir, allá para donde fueron pensadas, las
distintas versiones de los Lechos de María. Y que el Consell y el Obispado con
la importante colaboración de entidades como la Catedral de Mallorca, ARCA o la
Fundació Amics del Patrimoni le den visibilidad –como se dice ahora- me parece
una magnífica propuesta.
Como dice el coordinador Gabriel Carrió, «los lechos
marianos que se montan en toda Mallorca son la concreción formal de un mensaje
profundo y antiguo que siempre ha ido ligado al arte»; son además parte de
nuestro patrimonio histórico y cultural.
No en balde, como nos recuerda, esta tradición ahora tan cristiana
encuentra un punto de partida en celebraciones mucho más antiguas para pedir
protección contra las tormentas de verano, en el caso de la diosa grecorromana
Diana Artemisa. Podríamos llegar a la Diosa Blanca y todas sus manifestaciones como
nos mostró Robert Graves.
Hace trece años que esta iniciativa está en marcha,
recogida en un folleto donde se especifican los horarios de visita a cada uno
de los lugares –imprescindible conocer los horarios de apertura de cada lugar y
momento- con la información de las otras actividades desarrolladas: mesa
redonda sobre confluencias y
problemáticas entorno a esta tradición, recorridos preparados y celebración
de la Fiesta del Esplendor del
Mediterráneo. Además de la exposición de una instalación contemporánea
expresadamente requerida a un artista.
Este año, el cubano afincado en Palma Jorge Mayet
nos ha ofrecido una sutil composición en que la imagen de la Virgen Dormida es
la de la iglesia conventual de Campos, una escultura de las más sencillas, sin
coronas ni grandes dorados, y creo también que de las más pequeñas, que se
exhibe abducida, en el momento de la asunción, provocando un fuerte contraste
con la presentación tradicional: grandes lechos que acogen la imagen, a manera
de cajas robustas y pesantes, doseles como ampulosos catafalcos y ángeles,
muchas figuras de ángeles a su alrededor. Jorge Mayet utiliza una figura del
mismo repertorio pero nos la presenta sin peso, descansando en algo que se
parece más a una nube de color azul cielo, desprendida de la tierra, donde ha
quedado un resto, mientras parece
ascender hacia la nube blanca reluciente que la va a acoger. Abducida,
en el concepto de separación del cuerpo tanto como en el de ascenso hacia el
cielo. Si tan características en la obra de Mayet son las raíces que nos atan a
la tierra, aquí destacan precisamente por su ausencia.
Abductio / Jorge Mayet
Instalación
en la iglesia dels Sagrats Cors, calle Sant Gaietà, Palma.
Del 10 al 18 de
agosto de 2015