Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


lunes, 10 de agosto de 2015

Alaró en danza

Alart: Art de nit a Alaró, viernes 7 de agosto 2015

Con elegancia empezó para mí la cita con el Art de nit a Alaró, un clásico ya de las noches de verano que ha creado escuela por la isla.

Con elegancia, digo, empezó para mí una cita con bastante arte, sí, pero en la que las exposiciones tenían colapso de personal que va a encontrarse –éxito, muchas fueron las caras conocidas-, y cierta dificultad para ver las obras. Lo esperado.

Así que, temprana cita, acudí al primer pase de una de las propuestas de danza: es una noche en la que se inauguran expos pero se ofrecen otros eventos; a las exposiciones les podría hacer un repaso en jornadas venideras, mirando además de viendo.

El Petit Hotel Alaró acogía en la exquisitez de su estancia –qué placer una casa de pueblo tan bien arreglada- la coreografía Lost de Carlos Miró bailada a dúo con Marta Beccatini. Una pequeña muestra de buena danza contemporánea reflexionando sobre la pérdida. Un placer, aún con todo y la opresión que transmitía. Bien por la transmisión de emociones. ¡Qué excelente toma de contacto con la noche, el arte, la sutileza!


Lost. Carlos Miró y Marta Beccatini. Petit Hotel Alaró

De ahí a la calle, cada vez más concurrida y gastronómicamente exitosa. El agosto de las aceras convertidas en bares; mesas ocupadas todas a través de las que moverse. Éxito logrado. Y el Circ Bover con su espectáculo de calle en diversos enclaves. Amenidad completa.

La siguiente cita de baile también nos recibía en un patio interior, esta vez el del Ajuntament. Aquí ya colapso de público. Y ruidos. Y voces. Y codazos. A partir del sonido del arpa japonesa (koto) de Yoko Nomura, Laura Alvarez y Alberto Trabado –Alberto Trabado Performance- aleteaban con posturas de danza como en una improvisación preparada; o al revés, no sé.

Imprescindibles de la noche, entre y entre: las video-proyecciones que todos los bares ofrecían, algunas con pantalla de tele situada entre las mesas, a veces directamente en negro, otras con espacio “dedicado” como el Swith de Liat Berdugo en Sa Fonda. Profusión de videos y poco interés para verlos, algo que destaca mucho en el programa pero pasa desapercibido en la realidad de la noche.

Y Zona compartida, un video realizado por Félix Fernández durante una residencia del artista en Alaró. Este sí, con una gran presencia en el Teatre que, casi vacío, ofrecía un lapso de frescor de lo más agradable en noche sofocante como esa. ¿Enclave muy alejado del meollo? Un trabajo para ver, que a partir de la recreación paisajística del entorno quiere reflexionar sobre el bien y el mal, con momentos muy interesantes.

Un recorrido por talleres y garajes me lleva al último reducto de la danza. La plaça Sebastià Jaume donde Niña de Fuego (Ingrid Medina y Curro Viera) nos ofrecieron el espectáculo Ni lobo ni cordero. Llamarlo danza contemporánea no creo sea lo que mejor lo defina. Espectáculo sí es, y opino que logrado, y contemporáneo también. Percusión, ritmo, movimiento, expresión mímica y gestual en una performance sugerente y con garra.

Ni lobo ni cordero. Niña de fuego
fotografía Elena Ballestero

Se acercaba la medianoche y con ella se iba llenando la plaza de gente. El Art de nit a Alaró es ya la noche que da el sus a las fiestas, anticipándose al pregón y al pasacalles. Así que tras la última actuación de danza, Amalgama de Catalina Carrasco, la bulla estaba garantizada en la plaça de la vila con el Art&Krack del Batucrak d’Alaró. Componentes convertidos en piezas de arte fueron convenientemente “pintados” mientras realizaban su contribución artística a la noche: el gran mural de tela blanca que se ha instalado como faldón del escenario montado en la plaza.

Art&Krack. Batucrak Alaró
fotografía Marga Adrover


Con el ritmo de la batucada vibra Alaró, y Mallorca en pleno. Con su ritmo se puso fin a una noche de arte, pero también inicio a la bulla de las fiestas.

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