Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


jueves, 13 de agosto de 2015

Paseo de arte por Alaró

Tras la noche de Alart Art de nit a Alaró queda toda una semana de fiestas en que visitar, cualquier día a la caída de la tarde, unas cuantas propuestas. Me gusta mucho más adentrarme en salas dedicadas a un artista, donde puedes captar cierta esencia de un trabajo que en colectivas como las que se organizan en el hall y los soportales del Ajuntament. Allí siempre puedes descubrir puntos de vista artísticos que te emocionen, pero el eclecticismo no es lo más cautivador. En el patio sí se muestran juntas una selección de esculturas de Alfred Lichter que ya no tiene espacio propio para su fundación.



Fundidas en hierro de cañones da expresivo título al trabajo del escultor Antoni Miquel Morro instalado en el nuevo espacio Escultura Balear (calle Joan Alcover 1, esquina a la avenida que nos llevará a la plaza). Figuras humanas siempre femeninas que merecen la visita.



Subiendo hacia la plaza, es la galería Addaya Centre d’art contemporani el siguiente punto. ¿Cómo vive un viajero impenitente en una isla? es la propuesta de Fernando Villena. Island life: Work in progress. Trabajo, como una vida, en proceso, el que presenta, en el que esa vida en la isla se ha vuelto geométrica. Son obras de abstracción geométrica en que los distintos niveles de vida, o pictóricos, se muestran separados como por marcos o cortinas. De la organicidad toda sinuosa y llena de curvas de la vida captada en sus fotografías a la línea que rompe en espacios el lienzo. ¿Por qué, me pregunto yo, esa geometrización de la isla? Enrique Martínez Goikoetxea habla de un paso en su obra de la figuración a la abstracción, pero también de la importancia «de los viajes y la experiencia de llamativos escenarios naturales, en la búsqueda de la luz o la experimentación con un espacio». La experimentación del espacio de la isla parece haberle llevado a esta geometrización del espacio. Eso sí, con un uso del color muy atractivo, ¿paisajístico?



Curiosa la propuesta de Can Bou, el más fascinante de los comercios del pueblo. Han dedicado un escaparate a Joan Ávila, ese sugestivo pintor de escenas con personajes colocando unos pequeños cartones con figuras pintadas entre el conjunto de piezas de un juego de café. Sólo es un acercamiento mini a la obra de Joan Ávila, pero tiene gracia.



Enfilando hacia la plaza, en la calle Petit tenemos hace algo más de un año un nuevo espacio sobrio y gris pero moderno y atractivo que viene a demostrar que el arte funciona: Alaró XF (Galeria Xavier Fiol) exhibe unos cuadros todos de idéntico tamaño –lo que no deja de tener su gracia- de Santiago Picatoste. Magnet lo ha titulado.

El color atrae desde la calle. Penetras en la sala y te envuelve, todo diseminado en pequeños retazos. Son obras de tamaño mediano en los que se exhibe una extensa muestra cromática de gran viveza. A manera de acuarios, los cuadros lucen con un brillo especial: la que les confiere el metacrilato sobre el que están realizados. ¿Pintura encajada entre dos soportes? El color, el resultado, se vislumbra a través del brillo del soporte, con una gran vivacidad. Cuadros abstractos, como diría Carlos Jover «en la senda del más riguroso expresionismo abstracto» que van sin embargo mucho más allá en el despliegue del color en lo que es un recuerdo del pop art. Pinceladas, dibujos de estructuras nerviadas como de hojas, recuerdan las impresiones a manera de grabado de elementos de la naturaleza.



O nada o todo de Santiago Ydáñez nos recibe en la sala de exposiciones del Casal Son Tugores con sus monumentales pinturas, más amables de lo que podríamos esperar. Rostros, sí, pero sin distorsión; esta vez no son humanos. Es una espectacular exhibición de animales a tamaño desmesurado, todos con una expresión fundamentalmente amable, entrañable. En la salita del aljibe nos aguardan las obras más exquisitas: las más pequeñas, sí, pero unificadas todas por el color blanco. Un perro, un gato, un caballo. Magistral uso del blanco sobre blanco para conseguir expresión. Expresión de ternura. Resulta una exposición muy reconfortante.

En el hall es una muestra de videos la que parece querer relacionarse con esta demostración de pintura a lo grande: Las bestias que habitan en mí da título a una propuesta de cinco videos comisariada por Adonay Bermúdez que provienen del Tea Tenerife Espacio de las Artes. Responden muy bien al título común: de la asfixia y su expresión a esa bestia que puede manifestarse bailando o simplemente mirándonos a la cara. Depende de nosotros la atención que le demos.

Y por último otra colectiva –muy colectiva- de obras de jóvenes creadores que se despliegan en vídeos, dibujos, esculturas o intervenciones que nos enfrentan a muchas de las vivencias de la vida real: se ha acabado el arte como manifestación de belleza. El arte ahora es denuncia -como por otra parte ya lo había sido en sus inicios-, expresión de la angustia, el temor, el miedo, de emoción en suma. Nos espera en el primer piso del Casal.


Alart Art de nit a Alaró, 7 agosto 2015

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