Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


miércoles, 10 de junio de 2020

Historias de caos y adicciones


Adictos al caos (LA NOCHE POLAR): Amazon.es: Carlos Meneses Nebot ...

Adictos al caos /
Carlos Meneses Nebot
Palma: Sloper, 2019, 331 págs.



El palmesano Carlos Meneses Nebot es un prolífico autor de novela policiaca que parece haber encontrado acomodo en la editorial también mallorquina Sloper, donde ha publicado sus últimos y bastante recientes cuatro trabajos. Cuando digo prolífico me refiero al autor de una docena de títulos publicados, si no he hecho mal las cuentas, alternando novelas con relatos. Es también conocido como articulista habitual en un diario de la isla. 

Carlos Meneses acaba de presentar Adictos al caos, una narración llena de perdedores que se desliza con fluidez por una historia y un entorno reconocible para los isleños. Bajos fondos, nocturnidad, alevosía, drogas, drogadictos y otros consumidores, pero también narcotráfico, se despliegan con cierta peculiaridad y toda su maldad ante nuestros ojos; igualmente la poli y sus triquiñuelas, inspectores y abogados, corrupción y negocio inmobiliario en la ciudad. Todo tiene cabida, y todo con veracidad. Si el poblado de La Lebrija corresponde a Son Banya y la Trini es la Paca, toda la novela propone un recorrido por una ciudad de Palma metamorfoseada sólo en un primer vistazo, absolutamente identificable en realidad.

Resulta curioso que en esa fluidez de historias y bolígrafo no cuente Carlos Meneses sin embargo con un protagonista habitual. Claro que, como todos sus personajes son perdedores, supongo que de novela en novela necesita reponerlos. En Adictos al caos, de magnífico título (los suyos son siempre muy sugerentes y además tienen lírica), nadie acaba bien, aunque se resuelva el caso. ¿O no debería decir eso?

El transcurso de la obra funciona ágil, los aconteceres se entremezclan en ocasiones resultando grata la narración, se muestran distintos puntos de vista, se entrecruzan movimientos de los diferentes actores y resuelve de forma creíble. Los personajes tienen personalidad propia y están bien descritos, tanto que incluso si el autor confunde sus nombres, nosotros como lectores somos capaces de captar los lapsus calami (Natacha y Soraya intercambian pareja; Leonardo Bertolotto puede aparecer como Leonardo Vallinotti) de la misma forma que conviene realizar una lectura amable y no purista, asumiendo que el autor, Carlos Meneses, es un bizarro obstinado, pero sobre todo es un buen contador de historias.

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Publicado el jueves 4 de abril de 2019 en Bellver, suplemento cultural de Diario de Mallorca.

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