Tomo prestado el título para este cuaderno del libro de Federico Hernández de Goncer (Palma, 1948), cuyo subtítulo es espléndidamente expresivo de qué quiero yo hacer en este periplo: Fantasía biográfica de la isla de Mallorca. Una isla, como una vida, se construye día a día, y la nuestra está viva y plena de vivencias actuales y remotas: visitantes ilustres, residentes con cosas que decir y que mostrar, homenajes a quienes fueron y estuvieron, huellas en la isla, muchas todavía frescas, y manifestaciones artísticas de variados signos...


domingo, 7 de junio de 2020

Indiana / George Sand


Amantine Aurore Dupin (George Sand): Indiana








Indiana /  Amantine Aurore Dupin (George Sand)
Traducción de Eva María González Pardo
Barcelona: Seix Barral, 2020. 348 páginas



La intención de la editorial Seix Barral de dar visibilidad a los nombres auténticos de escritoras escondidas bajo pseudónimos masculinos puede tener su punto de interés histórico, aunque en realidad es mayor el lío catalográfico que se organiza. Pero sobre todo, lo que se consigue -eso sí- es que sus libros resurjan a la lectura. Es el caso de Amantine (también mencionada como Amandine) Aurore (este es el nombre con que más veces se la cita, y que utiliza su biógrafo) Lucile (este tercer nombre no consta en la edición que manejamos) Dupin (apellido auténtico de padre) de Dudevant (apellido de casada, con el que se la conoce durante mucho tiempo), además del título que ostenta, baronesa de Dudevant: George Sand, finalmente, que es como ha pasado a la posteridad, como las bibliotecas nacionales la catalogan, y como este libro, que pretende recuperar su nombre original, está siendo distribuido en los catálogos de librerías en red.
Lo mejor de todo, finalmente, es poder hablar de la literatura escrita por una mujer adelantada a su época, reivindicativa, rebelde, de avanzadas ideas políticas y sociales, y que plasma todo eso en la literatura que publica, generalmente por entregas en revistas parisinas de la época (estamos en plena revolución social en Francia, es en 1832 cuando publica Indiana, que será su primera novela completa). Literatura, la que escribe Aurore Dupin, considerada folletinesca y de amor, en la que reivindica la necesidad del cambio social y político. Y que sus personajes viven, sufren y padecen, como esta protagonista, Indiana, que muestra los avatares de una joven noble atrapada en un matrimonio desigual y sus posibles relaciones con otros hombres. Como dirá su biógrafo (el gran André Maurois), “el tema esencial era la oposición entre la mujer, que busca un sentimiento absoluto, y el hombre, siempre más vanidoso o sensual que enamorado” (Maurois, p. 144).
No explicaré la trama. Merece su lectura, porque en realidad nada es lo que parece. Pero sí diré que la escritura de Aurore Dupin/George Sand no es tan decimonónica como uno piensa, y sus descripciones y la inmersión en la época que se vive es muy buena, y que está plagada de pensamientos que en su momento debieron resultar impensables, si no imperdonables, sobre la relación de desigualdad de la mujer, sobre la necesidad de cambios sociales y políticos (mete en esos berenjenales incluso a alguno de sus personajes).
De ahí la necesidad de firmar como George Sand, de “sustraerse tanto por el nombre como por el vestido” (Maurois, p. 142) de la servidumbre de las mujeres. Mujeres como la protagonista de esta novela, la aristócrata de procedencia criolla Indiana, que convive con un marido caracterizado como distinguido que a todo a lo que alcanza es a “respetar la palabra de aquella mujer tanto como despreciaba sus ideas” (p. 228).
Por suerte, ya en 1832, una escritora como Aurore Dupin pudo plasmar en tinta pensamientos reivindicativos de mujer como “puede imponerme silencio, pero no me impedirá pensar” (p. 226). Aunque para conseguirlo le fuera necesario firmar George Sand.
Publicado en Los Lunes de El Imparcial el domingo 8 de marzo de 2020.

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